Estudio Two Sides USA Junio 2014,
A medida que crece la presión del «sin papel» de los bancos, por las empresas de servicios, empresas de telecomunicaciones y otros proveedores de servicio, la mayoría de los consumidores de Estados Unidos quiere mantener la opción de recibir las facturas y las declaraciones en papel, según los resultados de la encuesta publicada por Two Sides. Más de 6 de cada 10 consumidores dicen que no elegirían un proveedor que no ofrezca las facturas en papel, y el 88% quieren tener la posibilidad de cambiar de las facturas electrónicas al papel sin dificultad ni coste. La encuesta a 2.000 consumidores estadounidenses fue realizada en junio 2014.
La factura electrónica puede ser muy ventajosa, pero está claro que a los consumidores de Estados Unidos les gustan las facturas en papel y no quieren ser obligados a recibirlas sólo de forma electrónica», dice el Presidente de Two Sides, Phil Riebel. «Más de ocho de cada 10 creen que el ahorro de costes es la razón de la campaña ‘sin papel’, y muchos sospechan que es un reclamo de marketing el lema ‘salvar a los árboles’ o ‘proteger el medio ambiente’.
Aunque entidades financieras y empresas prestadoras de servicios están cambiando a la facturación electrónica, el 72% también cree que la impresión en papel puede ser una manera sostenible para co- municarse cuando se produce y se utiliza de manera responsable «, di- ce Riebel .
«También es importante tener en cuenta que más de un tercio de los encuestados imprime una parte o la totalidad de sus facturas electrónicas en casa, por lo que la afirmación de que los e-facturas son sin papel no es realmente cierta en muchos casos.
Muchas facturas y relaciones transnacionales obligan al usuario a gastar en ordenadores propios (Departamento de Comercio de EE.UU. 2011). Obligar a la gente al «sin papel» o pagar cargos adicionales para las facturas en papel, puede privar de derechos a una parte significativa de la población.
«En lo que respecta a la facturación, la elección del consumidor no debe ser una víctima de la revolución digital «, dice Riebel. «El pueblo estadounidense ha hablado, y las compañías de facturación que no escuchen se arriesgan a perder negocio. Los que continúan utili- zando reclamos ambientales sin fundamento como cortina de humo para la reducción de costes también se arriesgan al escrutinio de la Comisión Federal de Comercio de EE.UU. (FTC).