Ramón Pastor, vicepresidente de HP y director general del Negocio de Impresión 3D de la compañía, participó en la XII Àgora de opinión en la localidad de Vic, donde se reunió un grupo de 80 asistentes vinculados a la iniciativa empresarial, a la Universidad y a la administración.
Con su ponencia “Impresión 3D: ¿una nueva revolución industrial”, Pastor describió las transformaciones que esta tecnología 4.0 provocará en el panorama industrial actual, las oportunidades que generará, los condicionantes que le afectan y las consecuencias que puede tener en la evolución de algunas de las macrotendencias más inmediatas.
Según Ramón Pastor, “la forma actual de producir ralentiza algunas tendencias, como la personalización de los productos y los servicios, la aceleración de los ciclos de desarrollo o la consciencia por un medio ambiente sostenible”, y explicó que los costes de producción, de almacenamiento, las mermas o el gasto energético son hándicaps para la evolución del sistema productivo actual: “Todo eso es susceptible de cambio con la impresión 3D, que no tiene costes fijos, como puede ser la creación de moldes, y que puede personalizar cada pieza, incluso en tiradas cortas, sin costes añadidos produciendo en cuestión de horas”.
Para Pastor, la transformación que producirá este cambio en el mundo industrial va a ser radical, hasta el punto de invertir la tendencia y reindustrializar a los países ya industrializados: “ya no produciremos los átomos en una parte del planeta para distribuirlos en otra, sino que primero distribuiremos bits de información y después los produciremos en un espacio de proximidad”. Otra de las ventajas de la generalización de la impresión 3D afectará, según Pastor, al sector del diseño: “Dejarán de existir geometrías imposibles, y se impondrán las estructuras orgánicas más eficientes y ajustadas a la funcionalidad deseada, que no se pueden fabricar de otra manera a no ser empleando la impresión 3D”.
En cualquier caso, Ramón Pastor se mostró convencido de que “la impresión 3D no se impondrá en toda la industria, aunque en los próximos años crezca a un ritmo de entre un 30 y un 50% anual no llegará a sustituir las grandes tiradas de producción”. Lo que sí hará es “cambiar la manera de vivir en el mundo industrial: con productos más cercanos y humanos, hechos de forma sostenible, ecológica y escalable”.
Fuente: www.pressgraph.es