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Sostenibilidad es algo más que simplemente «verde»

Lo «verde» está de moda, y como sucede con todo lo que mueve a las personas, existe el peligro de simplificar demasiado las cosas o, incluso, de que oportunistas intenten acaparar cuestiones importantes con la evidente intención de beneficiarse. El sector de la impresión tampoco está a salvo de estas prácticas.

Una de las creencias populares es que la impresión digital, per se, es respetuosa con el medio ambiente. No es algo que se deba descartar por completo: por ejemplo, en comparación con la serigrafía, donde ya sólo la elaboración de las pantallas o el lavado de las mallas requiere ingentes cantidades de disolvente, en el caso de la impresión digital, incluso con tintas solventes duras, esta produce tan solo una mínima cantidad de compuestos orgánicos volátiles o COV. La impresión digital ofrece ventajas indiscutibles también frente a otros procedimientos analógicos. Por mencionar algunos ejemplos: una maculatura notablemente menor, menores gastos de almacenamiento y logística, así como la posibilidad de adaptar exactamente todo el proceso de producción a las necesidades del momento. Sin embargo, si ampliamos el foco, podemos darnos cuenta de que la impresión digital suele presentar algunas deficiencias relativas al flujo de trabajo de las que carecen otros procedimientos similares. Este suele ser el caso, sobre todo, en las áreas de seguridad y prevención sanitaria del personal. Las impresoras procedentes de países no europeos incumplen con frecuencia las normas locales vigentes, algo que las mutuas de accidentes saben bien.

Casi siempre faltan opciones que faciliten al personal el duro y arriesgado trabajo físico. ¿Cuántas impresoras UV planas hay con elementos auxiliares de carga y descarga fiables, que eviten a los empleados correr por todos lados llevando a fuerza de músculo toneladas de materiales impresos en cada turno?

En Durst llevamos la sostenibilidad grabada a fuego en el ADN. Este es el motivo, por ejemplo, de haber incluido en la impresora de alta velocidad de la serie Rho 1000 la opción de optimizar el flujo de trabajo para ser capaz de afrontar incluso las variedades de materiales y tamaños de tirada frecuentemente cortos que caracterizan a la impresión digital.

En las impresoras de última generación, como sucede con el modelo 1012, se recomienda un nivel de automatización de 3⁄4; en cuanto a la Rho 1030, capaz de imprimir hasta 1.000 m2 por hora, permite concebir prácticamente todo el proceso  desde la carga hasta el apilado en palés listos para enviar con un esfuerzo físico mínimo
para el operador.

El hecho de que los actuales usuarios de Rho 1000 puedan actualizar sus máquinas de diseño modular a la calidad de la Rho 1012, es decir, cabezales de 12 picolitros para resoluciones de hasta 1.000 dpi, o a la productividad de la Rho 1030, es tan solo una tesela más del mosaico. Por tanto, la sostenibilidad abarca mucho más que un vago «senti- miento verde». El término, reflexionando en profundidad, no solo hace referencia a la responsabilidad ante los seres humanos y el medio ambiente, sino también al uso eficiente de los valiosos recursos naturales. Se podría incluso añadir el éxito empresarial a largo plazo, ya que un factor esencial es disponer de máquinas fiables y de alta calidad. Porque solo un trabajo justamente retribuido y seguro ofrece al individuo el espacio necesario para crecer y desarrollarse.

En el caso de las tintas UV, tecnología dominante en la actualidad y que seguro seguirá predominando durante años en el entorno industrial y de alta productividad, los ambiguos argumentos «verdes» enturbian no pocas veces la perspectiva de la realidad. Muchas tintas UV tienen en común que están libres de COV, tal como marcan los estándares europeos (Directiva del Consejo 1999/13/EC). Sin embargo, como la mayoría de los materiales industriales, ocultan riesgos potenciales (por ejemplo irritaciones o reacciones de sensibilización) tanto para el procesador como para el cliente final. Gestionarlos y minimizarlos, tanto como sea posible, es la obligación de todo participante en la cadena de procesos. Para ello, es necesario en primer lugar conocer de forma fiable los componentes y que esté demostrado el cumplimiento de las directivas vigentes. Todas las tintas de Durst cumplen la directiva RoHS y no contienen metales pesados ni otros componentes tóxicos o corrosivos. El usuario puede confiar plenamente en ello, carga tras carga. En el caso de mercancía importada de países no europeos, esto no tiene que ser necesariamente así: en las fronteras exteriores de la Unión Europea no se realizan controles permanentes sobre los productos. Comprome- tidos con el concepto de sostenibilidad, las tintas de Durst superan las normativas legales en muchos aspectos.

Por ejemplo, las tintas de Durst satisfacen diversos estándares euro- peos para la producción de juguetes (p. ej. DIN EN71-3; La seguridad de los juguetes – Parte 3: migración de determinados elementos), las máquinas de Durst, en combinación con tintas originales, permiten obtener la etiqueta ecológica Nordic Swan y las variedades de tinta Rho Premium Rigid 30DM, Rho Roll 30DM, así como las tintas para la Omega 1 cuentan con el certificado Greenguard® por los bajos niveles de emisiones emitidas. Además, Durst solicita regularmente a expertos independientes que evalúen el olor de todas las tintas, aunque este sea tan solo molesto y no perjudicial. A fin de excluir hasta el más mínimo riesgo, Durst recomienda también evitar que los embalajes con impre- sión UV entren en contacto directo con alimentos, impidiendo así una migración incluso en condiciones desfavorables.

El balance global del consumo energético de un procedimiento de impresión es un criterio importante a la hora de determinar la huella de CO2 del producto final. En cuanto a la productividad de las máquinas, las tintas de Durst endurecen de forma muy eficiente. Allí donde las lámparas UV liberan ozono, la máquina lo absorbe evitando así que este acabe en el aire ambiente de la nave de producción. Por último, está demostrado que los productos de impresión elaborados con tintas UV de Durst siguen contribuyendo a una producción sostenible incluso una vez concluido su ciclo vital: al contrario de lo que sucede con muchas tintas a base de agua, la superficie similar al plástico de la capa impresa permite separar los colores UV de la fibra de papel con mayor facilidad siguiendo el proceso de reciclaje habitual.

Porque la verdadera sostenibilidad no es ninguna «decoración verde», sino una conciencia de responsabilidad vertida en un proceso estable y verificable: desde la producción de un producto hasta su eliminación.

Fuente: www.durst.it

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