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Cómo han cambiado los hábitos de compra en una ciudad en crisis

Firma Raddar, que mide las compras de los bogotanos, revela que hay transformación en los gastos.

Supermercado

La orden de quedarse en casa, como medida preventiva por el coronavirus, no solo ha tenido efectos en los hábitos de los bogotanos, sino también en el consumo. Mientras el número de compras para el hogar se disparó y aumentó en alimentos, en otros rubros cayó fuertemente.

Ejercicio para pasar la cuarentena en casa día 19 la silla

La firma Raddar, que mide semana a semana el comportamiento del consumo de las cuatro principales ciudades del país, muestra que ahora, con las restricciones para salir y movilizarse por la ciudad, buena parte de los recursos se destinan más al mantenimiento del hogar y a alimentos, pero pierden peso los gastos en actividades que se realizaban fuera de la casa y que hoy por hoy no se consideran esenciales.

Es por eso que Camilo Herrera, CEO de la firma Raddar y profesor de la maestría de mercadeo de la Universidad de los Andes, asegura que producto del aislamiento la dinámica del gasto de los hogares bogotanos está sufriendo una «transformación muy profunda». Sin embargo, como este es un fenómeno nuevo, nadie sabe con certeza qué puede pasar de una semana a otra.

Un ejemplo de cómo se han desplazado los hábitos de compra es que los bogotanos están adquiriendo menos vestuario y calzado. Este concepto, que se explica porque las personas permanecen en sus viviendas y no pueden salir a la calle, ir al trabajo ni buscar otras actividades fuera, cayó del 4,4 al 2 %.

Dicha reducción Raddar la estima en un 53 % en marzo pasado (a principios de mes se activó la alerta amarilla por el covid-19 y después vino el aislamiento y luego la primera fase de cuarentena) frente al mismo mes de 2019 (ver gráficos).Mujeres víctimas de violencia tendrán más canales de atención

Un fenómeno parecido ocurrió con los rubros de salud, cultura, entretenimiento y esparcimiento, y transporte y comunicaciones. En este último caso, la caída de 2020 frente a hace un año fue del 82,9 %.

«Hay una cantidad de gastos que usted hacía por fuera de la casa que comienzan a desaparecer. Usted no paga transporte, no paga taxi, no paga bus, no paga gasolina, no paga parqueadero… Y en el tema de comidas por fuera del hogar, pues usted ya no va a comer empanadas, no va a comprar un almuerzo ejecutivo donde doña Martica”, explica.

En la otra orilla están las compras del hogar, que incluyen arriendos, servicios públicos, aseo, muebles y electrodomésticos. En marzo del año pasado, estas representaban el 5,8 % y en el mismo periodo de este pasó a significar el 8,3 %, para un crecimiento del 41,7 por ciento, según el análisis de Raddar.

Los otros productos de la canasta familiar que tienen un considerable aumento en la demanda son los del rubro de alimentos. Estos tuvieron un crecimiento del 6,7 %, al subir de 74,6 % al 79,6 % entre un periodo y otro.

¿Usted por qué compra? Por necesidad, no porque quiera, ni por antojo, ni por gusto, ni fidelidadF

Pero las transformaciones también se están viendo en las motivaciones de las personas para comprar. En este momento, esas decisiones están movidas básicamente por la necesidad, sin importar tanto el costo. Esto explica por qué los gastos se han orientado a la compra de jabón, alcohol, tapabocas, geles, alimentos y cosas del hogar.

Según las mediciones de Raddar, el año pasado el 20,9% de las compras en marzo fue por necesidad, hoy estas se doblaron: representan el 44,3 %, para un 111,5 % de variación.

«Esto cambió completamente. ¿Usted por qué compra? Por necesidad, no porque quiera, ni por antojo, ni por gusto, ni fidelidad. Curiosamente, el tema de precio y promoción, que eran dos gatillos tradicionales de compra, se ven reducidos porque la gente compra otras cosas», explica Herrera. De hecho, el precio tiene una reducción del 62,82 % en las consideraciones de compra y la promoción del 43,54 %.

Pero también dentro de las transformaciones de los hábitos de los bogotanos se refleja un renacer de las tiendas de barrio, que si bien siempre han estado presentes, ahora más que nunca han resultado más atractivas. Lo mismo pareciera estar pasando con las ventas ambulantes.

«Ahora se está convirtiendo la tienda de barrio en un jugador gigantesco», dice el fundador de Raddar, quien destaca que estos negocios tienen el plus de que ofrecen domicilios y muchos siempre lo han hecho. Pero, además, hay una conexión de cercanía y familiaridad con los clientes.

Todo lo opuesto les está sucediendo a los almacenes de marca, los centros comerciales y los grandes supermercados y puntos autorizados, bancos y cades.

El mismo fenómeno, según Herrera, se está viendo en la búsqueda de las personas por acceder a información confiable y por eso han acudido a los medios tradicionales.

«En este momento de locura mediática, lo que la gente realmente está haciendo es volviendo a los periódicos tradicionales, a los noticieros tradicionales, buscando una fuente de información creíble».

Y aunque aún no está todo dicho, pues es muy temprano para pronosticar cambios profundos en los hábitos de compra y consumo de los bogotanos, las transformaciones sin duda van a depender de cuánto demore y cómo termine el aislamiento por el riesgo de contagio de covid-19.

Guillermo Reinoso Rodríguez
Editor de Bogotá
​@guirei24

Fuente: www.eltiempo.com

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