El sector gráfico ha sido sin duda uno de los más afectados por la crisis económica, tanto en España como en el resto de Europa. En primer lugar por su orientación de sector servicio, y por lo tanto dado a ver reflejado en sus propias cuentas la estabilidad de aquellos sectores a los que dirige sus trabajos.
Pero evidentemente, también por su propia crisis interna, sobre todo en el mercado publicomercial, derivada del exceso de oferta y poca diversificación de mercado que unidas a la escasa actividad innovadora han propiciado que toda actividad competitiva se haya concentrado en la reducción de los precios de venta; además, la deficiente organización de los procesos productivos con elevados costes de no calidad y sistemas organizativos que no han favorecido precisamente la eficiencia en la utilización de los recursos ni la eficacia en cuanto a consecución de objetivos, con bajos niveles de capacitación y unos índices de productividad muy bajos, han llevado a la industria gráfica al borde del abismo.
Y la cuestión es, una vez llegados a este punto, ¿ahora qué?
El principio de la solución, y en esto todos los expertos coinciden, pasa tanto por el control y la mejora de la producción, aumentando la eficiencia, la capacitación y la productividad, regulando, controlando y sometiendo a auditoria todos los procesos de la empresa, como a través de una nueva cultura que facilite la innovación tanto a nivel de producto, como de procesos y de la propia organización interna de la empresa, ampliando el nicho de mercado y por lo tanto buscando espacios comerciales con menor presión competitiva, y readaptando las estructuras internas, sobre todo a nivel organizativo, en función de los procesos productivos y no en el sentido contrario, y fortaleciéndola en sus elementos productivos.
Pero una vez más, la industria gráfica parece mantenerse al margen de estas tendencias y esto afectará sin lugar a dudas a muchas empresas del sector, sobre todo a aquellas que además van a tener que hacer frente a la competencia de otras tecnologías que cada vez se posicionan mejor en el ámbito de la lectura (ebooks), marketing y la venta (web 2.0) que hasta no hace muchos años eran patrimonio exclusivo del sector gráfico.
Fuente: Juan Carlos Iglesias Grupo mas allá de la ISO 12647.