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FESPA 2010, ¡En plena forma!

Hace unos años, FESPA hizo una apuesta arriesgada: agrupar el máximo número posible de Asociaciones de Serigrafía de todo el mundo. Se ha ido expansionando y hoy ya está en toda Europa del Este, India, China, Tailandia, Japón, Corea del Sur, Filipinas, Australia y América del Sur. Queda toda Norteamérica que está claramente en manos de SGIA (que ya prácticamente sólo se dedica al digital) y otras ferias que conviven con ella en Europa: Red Sings, Graphispag-digital, etc.

(por Josep Tobella, Presidente del sector de serigrafía del Gremio de Industrias Gráficas de Catalunya, Directivo cofundador de AEDES, Director Técnico de Icària Arts Gràfiques)

En su momento, FESPA también apostó fuerte por el sector digital sin renunciar a la serigrafía. En esta edición ya ocupaba 3 de los 5 pabellones. El digital todavía necesita las ferias para crecer a diferencia de la Serigrafía donde solo el “computer-to-screen” presenta algunas mejoras. La impresión textil se consolida y llena ya uno de los pabellones, ofreciéndonos nuevos acabados para ampliar mercados. Los estampados metálicos y las tintas con relieve son una buena muestra. También, cada vez más y con novedades importantes, se incorpora la impresión digital es este sector. Se mantienen el transfer y la sublimación.

Por una lado, en la FESPA 2010, por cierto, donde las colas a la entrada apuntan a que la feria crece en interés pese a la crisis, está claro el dominio del digital. Es evidente y no debe negarse. Pero, por otro lado, y curiosamente, el 90 por ciento de los trabajos presentados al concurso que organiza FESPA estaban hechos en serigrafía pura. La feria representa la oferta, el concurso refleja la realidad.

Este año he vuelto a tener el honor de ser el presidente del jurado de los FESPA 2010 Awards. Concurso que como novedad importante, y por primera vez, ofrecía premios en metálico (hasta ahora solo recibían compensación económica los trabajos premiados en la Youth Competition). El primer premio de 3000€ al “Best in Show”, lo ganó Lorenz Boegli, alumno de Michel Caza, con un magnífico trabajo de serigrafía. El segundo premio, dotado con 1000€, fue para Midi Print de Rusia, también alumno de Caza. Otra novedad fue que el público pudo votar entre los ganadores de medallas de oro y elegir a uno dentro de un nuevo apartado del concurso: el premio Michel Caza, también dotado con 1000€. A diferencia de los otorgados por los jueces expertos de la competición (8 en total y de diferentes países), que hemos valorado sobre todo la calidad o la técnica, el público se decantó por una obra de Ab Screens de India espectacular, aunque no fuera la de más calidad. Michel Caza, con quien tuve el placer de charlar un rato y que goza de buena salud después de superar una grave enfermedad, se mostró muy contento de que hubieran creado un premio con su nombre e hizo gala de su buen humor añadiendo que se alegraba aún más de que no hubiera sido a título póstumo tal y como se acostumbra a hacer.

La nota discordante la dio una empresa de serigrafía de Barcelona que presentó a concurso unos trabajos sin el correspondiente permiso de los respectivos autores. FESPA no es la primera vez que se encuentra con un caso parecido. En otra edición, el autor de un trabajo premiado reclamó daños por la utilización de su imagen sin permiso. Por este motivo, según me comentó el secretario general de FESPA, Nigel Stefens, en un apartado de las bases del concurso, FESPA deja bien claro que la responsabilidad sobre las posibles demandas correrá a cargo de la empresa que haya presentado el trabajo.

Cabe destacar los trabajos presentados por países como India en estampación textil. Auténticas filigranas con plastisoles y relieves. Lo más interesante es que la mayoría eran trabajos con un promedio de 200.000 unidades a varias tintas. Realmente es otro mercado.

La conclusión que saqué de mis charlas con los colegas de FESPA, es que hoy día los objetivos de la serigrafía son la calidad y la innovación. El primero está claro. Pero innovarse, ¿cómo? El sector digital parece tenerlo claro. No pasa lo mismo con la serigrafía. Para Las Barrow, de Augustus Martin, es necesario aprovechar los elementos que ya tenemos y rediseñarlos según sea la demanda del mercado, un claro ejemplo de lo que se está haciendo en el sector textil con el uso de nuevas tintas y efectos. También dijo que lo que pueden hacer los talleres serigráficos es mejorar el sistema de producción, optimizándolos al máximo para conseguir las tres premisas claves: más barato, más fácil y que suponga un ahorro.

Vivimos tiempos de cambios como lo demuestran dos empresas emblemáticas. SPS, que ha trasladado su fábrica a un país del Este para abaratar precios, pero sigue funcionando y haciendo la mejor máquina del mercado (copias chinas aparte) y Fujifilm (las tintas Sericol de toda la vida), que sólo han presentado un stand en el sector digital.

Fuente:
http://www.alabrent.com

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