Atanasio Bersis, presidente del Grupo Balalaika, admite que el arancel para importaciones textiles es un paso importante para mejorar la competitividad, aunque advierte que se debe trabajar en posicionamiento de marca.
Con la mira puesta en diferenciación de productos, servicio y calidad -antes que volumen- el Grupo Balalaika (C.I. Confecciones Balalaika y Textiles Balalaika) buscará ganar clientes durante los próximos tres años.
El presidente del Grupo, Atanasio Bersis, habla de los proyectos de su organización y las fortalezas, debilidades y tareas pendientes del sector textil- confecciones.
¿Por qué pasaron de ser una firma confeccionista a diversificarse en toda la cadena?
Aunque arrancamos hace ya 50 años, haciendo ropa interior y pijamas, en los últimos 15 nos diversificamos a lo textil. También abrimos líneas de confecciones como prendas deportivas. En textiles también creamos varias. El commodity no puede competir con las importaciones de Asia, pero especializándonos hay oportunidades. La empresa pasó del 80 por ciento en commodity al 40 por ciento y en nichos especializados subió a 60 por ciento. Confecciones Balalaika y Textiles Balalaika perciben unos ingresos anuales de 28.000 millones de pesos.
¿A qué mercados exportan las empresas?
Los ingresos están representados en confecciones, textiles y telas especiales. Estamos vendiendo en México, Venezuela, Estados Unidos, Chile, Ecuador y un poco en Canadá.
¿Qué inversiones han hecho para desarrollar el negocio?
En mejora de procesos ambientales, unos 250 millones de pesos; en equipamiento y tratamiento de aguas y en el área de máquinas de tejeduría, unos 1.400 millones de pesos.
Al 2015 tenemos un presupuesto de 2.500 millones. Las ampliaciones apuntan a tecnificar los equipos y sustituir tecnologías. Todo, enfocado a mejorar los nichos especializados, porque nuestro objetivo no es el volumen.
También adelantamos desarrollos con Invista y Rhodia (proveedores de insumos), que cuestan otra cifra durante el año.
¿Dejarán de ser empresa familiar y buscarán socios?
Primero, hay que embellecer la casa con prácticas internacionales, y luego miraremos si tiene sentido una estrategia de ese tipo.
¿Que piensa del arancel para importaciones de ropa y calzado?
Es un paso importante para que el sector mejore la competitividad y se pueda adaptar la industria local a los cambios en el mundo, siempre y cuando haga sus propias tareas, entre otras, posicionamiento de marca, valor agregado, diferenciación de marcas y búsqueda de más mercados internacionales.
¿Considera que es una medida proteccionista?
No, la era de la apertura económica lleva más de 20 años, y medidas similares ya se han expedido. El arancel no está fuera del contexto de los acuerdos comerciales y el Gobierno sabe que hay sectores que necesitan más tiempo para abrirse. Este sector emplea buena parte de fuerza laboral, y sin medir el impacto sobre el ingreso de los colombianos de factores como las importaciones baratas, la sanidad del sistema financiero también se afectaría.
‘Toda la cadena debe renovar su maquinaria’
“Existen otros problemas que afectan la industria textil y de confecciones, como la combinación de elementos que dependen de la empresa y los macroeconómicos, que son los que hacen que una compañía progrese o no.
Creemos que se requiere actualización de maquinaria productiva. También hay que considerar la productividad como un valor agregado importante en la industria. Igualmente, hay que tener en cuenta que el sector genera un alto número de empleos y lo afecta la revaluación.
Las textileras existen, por ejemplo, porque hay clientes como los confeccionistas, pero el uno no puede sobrevivir sin el otro. Hay que evolucionar en materia de bases para ofrecer al cliente precios favorables y calidad, y las empresas deben mejorar en costos, fidelización e innovación.
El aporte del Gobierno debe estar en el lado de crear una red donde se comuniquen las tendencias en innovación y los costos de la inversión. También, informar sobre las expectativas del sector financiero frente a lo que quieren financiar”.
Rolando Lozano G. / Economía y Negocios