La federación internacional de fabricantes de etiquetas autoadhesivas, Finat, anunció los ganadores de la edición número 32 de sus premios a las mejores etiquetas en una ceremonia celebrada durante su congreso anual en Atenas. Este ha sido un año muy fructífero. Los premios han contado con 325 concursantes, la tercera máxima participación en la historia de estos galardones. Las etiquetas participantes provienen de 52 empresas, entre las que se incluyen países nuevos de Latinoamérica como Brasil y Perú. El jurado de este año estuvo integrado por Murat Sipahioglu (Avery Dennison, Turquía), Steve Wood (Reino Unido), especialista en serigrafía y otros procesos de impresión, Gregory Kokkoris (Dot Repro, Grecia), Lianne van den Berg (Cartils, Países Bajos) y Tony White (Reino Unido) en calidad de presidente del jurado.
Todos los años Finat busca maneras de mejorar el concurso de etiquetas. En esta edición, se acordó que todas las etiquetas de vino formaran una categoría propia. Por las características del producto, las etiquetas de vino siempre se mueven en un estándar de calidad muy alto. Por este motivo, a veces ocurría que etiquetas de buena calidad pero de otros sectores no figuraban entre los premios más destacados.
La nueva categoría de ‘Vino’ ha tenido más de cuarenta etiquetas participantes, entre las que ha habido un premio a la mejor etiqueta y trece menciones de honor. Finat cree que este apartado nuevo gozará de una aceptación aún mayor en los próximos años. En la misma línea, las etiquetas de productos cosméticos también se han reunido en una misma categoría. Esta tuvo más éxito todavía, con más de setenta etiquetas a concurso.
Premio a la mejor etiqueta: un gran reconocimiento a los sectores del vino y las etiquetas
Los galardones en las categorías de mejor etiqueta y consumo / marketing fueron a parar a Collotype Labels USA por su etiqueta para el vino Le Pich. “Es una etiqueta excepcional en muchos sentidos”, afirma Tony White. “Nos impresionaron mucho no sólo las virtudes técnicas de la etiqueta, sino también su aspecto artístico. El diseño proyecta una imagen de respeto y confianza. Este vino se vendería solo por la calidad de la etiqueta. Tiene un aspecto espectacular que llama la atención del consumidor. Mediante la aplicación de procesos de impresión serigráfica y litográfica (offset), el uso del laminado y de técnicas de gofrado, se ha conseguido una etiqueta de una calidad extraordinaria”.
