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“El aspecto importa”

 

Así bromea Edwin Lingg, gerente de Li & Co AG.
Su empresa produce suelos prefabricados de corcho y de linóleo desde 1989, y desde 2007 cuenta con el apoyo de su hermano Alfred. Desde entonces, las planchas de corcho se dotan también de un acabado digital en el Müstair suizo.

“El corcho como pavimento produce un gran efecto; muchas personas se sienten atraídas por el tacto del material y la sensación de elasticidad que produce al paso. El corcho también influye sobre el clima ambiental: su efecto aislante intenso mantiene el calor en el interior durante el invierno y en el exterior durante el verano. Además, como materia prima que se renueva rápidamente, el corcho es más respetuoso con el medio ambiente que muchos otros suelos alternativos, a pesar de lo cual, la mayoría de personas prefieren pavimentos de materias naturales como madera o piedra a un suelo de corcho con acabado natural. “Los valores internos no lo son todo”, añade Lingg sonriendo.

Él debe saberlo, pues su empresa ofrece planchas de corcho de superficie natural con no menos de 80 variantes de decoración. Además, esta empresa que cuenta ya con 70 empleados, produce también linóleo genuino (que por cierto también se fabrica del corcho, más exactamente de la harina del corcho), la combinación de corcho y linóleo llamada Corkstone, así como otras diversas líneas de productos de vinilo, tejido de vinilo, cuero y pizarra natural, a partir del corcho en bruto suministrado.

Después de que este fabricante de máquinas cualificado irrumpiese, como caído del cielo“ en la producción de pavimentos a finales de los ochenta, como recuerda, revolucionó a fondo el sector con la visión pura del profesional procedente de otros campos: Gracias al sistema de clic, las planchas de suelo ofrecidas habitualmente en el formato de 900 x 300 mm se pueden colocar de forma especialmente racional y precisa. Se ofrecen en centros comerciales especializados, así como a través de los profesionales del gremio; se colocan en edificios privados y en inmuebles industriales, más o menos en la misma proporción.

A partir de 2005, Lingg buscó posibilidades de imprimir planchas de corcho. Al principio probó con procedimientos analógicos, después también con digitales, y finalmente dio con Durst Phototechnik AG que, como comentó aprovechando la ocasión, ya conocía desde la infancia: Durante dos años había ido a la escuela en Brixen, junto a la sede central de Durst.

Las planchas de corcho se sumi- nistran como materia prima, se tratan con una imprimación de color como preparación para la impresión digital y se protegen con barniz frente a la abrasión y la luz. Por el sistema de clic se pueden colocar de forma estándar planchas de 900 x 300 mm de forma especial- mente precisa y racional.

De izquierda a derecha: Los hermanos Edwin y Alfred Lingg dirigen conjuntamente la Li & Co AG desde 2007.

Cerca de 70 empleados fabrican pavimentos de corcho y otros materiales en Müstair, Suiza.

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Aplicación

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“Al principio trabajábamos con una impresora plana ultravioleta Rho 600”, recuerda Lingg, “que inicialmente producía, a duras penas, entre 60 y 70 metros cuadrados por hora”. Armonizar entre sí el pro- ceso industrial 24/7 y la impresión digital requería algo de paciencia y esfuerzo, pero finalmente se logró el éxito: En la actualidad disponemos de dos impresoras UV Rho 750 para material plano de hasta dos metros de anchura que procesan diariamente cerca de 2500 m2; mientras tanto, el volumen de la empresa y el número de empleados ha aumentado en más del doble desde la introducción de la impresión digital.

“Las más apreciadas son nuestras decoraciones de madera, que constituyen casi las tres cuartas partes”, explica Lingg. Los motivos de piedra natural representan aproximadamente un 20 %; el resto son superficies de “fantasía” desde el logo de Hello Kitty, pasando por adoquinados, hasta heno alpino. Por razones de eficiencia de datos se generan informes, aunque realmente sean innecesarios en la impresión digital. Sin embargo, estos son de mayor envergadura que con procedimientos convencionales, asegura Lingg: El módulo 17 vuelve a parecer el primero. Las tintas de endurecimiento UV se sobreimprimen una vez más tras la impresión para proporcionar protección frente a la abrasión y la radiación solar, alcanzando una solidez a la luz de 7-8 en la escala Blauwoll, “más que los suelos de corcho sin tratamiento”.
“Como es lógico, también podemos imprimir motivos específicos solicitados por el propio cliente; si es necesario, incluso una sola unidad”, añade el gerente. En tal caso únicamente se genera un gasto global adi- cional de equipamiento de 200 euros. “Sobre todo las empresas utilizan este servicio para salas de demostración y show-rooms”. Sucursales
de la filial de L‘Oreal Bodyshop así como de la cadena de joyería Christ cuentan con suelo de Printcork (corcho impreso); próximamente, quién sabe si incluso las cafeterías Starbucks. La nueva tendencia hacia la sostenibilidad lo hace posible: los valores internos cuentan.

“La decisión por la línea Printcork fue un acierto rotundo”; Edwin Lingg está convencido de ello, no solo por el hecho de que la cifra de ventas de la serie aumenta en un 20 por ciento cada año desde su introducción, sino también porque en los últimos años han aparecido unos cuantos competidores, afortunadamente”, afirma con satisfacción: “Esto nos demuestra que estamos en el camino correcto”.

Un metro cuadrado de Printcork cuesta aproximadamente 40 euros, con lo que se sitúa al nivel de un suelo

de parqué económico. Sin embargo, las impresiones pueden proporcio- nar también por el mismo precio el efecto de la madera tropical más fina o de un lujoso parqué de tablillas, lo que normalmente haría que el coste se multiplicase.

 

Fuente: www.durst.it

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